Las rutas más comunes de San Juan a Córdoba —por la RN20 y Altas Cumbres o por la RN141 y Cruz del Eje— llegan a casi 600 kilómetros de largas. Además el constante acompañamiento de camiones no es quizás lo más agradable para un ciclista. El camino alternativo es casi 100 km más corto y en partes: bastante tranquilo. Y sin embargo: completamente desconocido.
Se trata de tomar el camino a Chepes y luego de llegar a la rotonda donde se encuentran la RN77 (al norte) y la RN79 (al sur) seguir derecho hacia el este por la ruta provincial de tierra, que en la parte que recorre la provincia de La Rioja se denomina RP20, mientras que en Córdoba — RP28.
Una de las noches por el camino |
Se trata de tomar el camino a Chepes y luego de llegar a la rotonda donde se encuentran la RN77 (al norte) y la RN79 (al sur) seguir derecho hacia el este por la ruta provincial de tierra, que en la parte que recorre la provincia de La Rioja se denomina RP20, mientras que en Córdoba — RP28.
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Su último trayecto —el de Taninga por Tanti y Carlos Paz a Córdoba Capital— resulta algo más conocido, por lo menos para los ciclistas de la zona, sin embargo sobre el primer trayecto —la arenosa picada por el seco bosque chaqueño— no pude encontrar mucha información.
¿Será que se consigue agua, comida, hay o no comunidades, es el camino tan intransitable, como dicen algunos?
Ahora que lo recorrí, aporto aquí algunos datos prácticos para quienes deseen repetir éste camino.
El asfalto de la RN141 termina unos 2 kilómetros después de la rotonda ya mencionada. Ahí encontramos un par de casas donde sin problema podemos rellenar nuestras botellas de agua. Yo para éste trayecto me preparé con botellas de un contenido conjunto de 6 litros y nunca me faltó el agua.
En mi caso eran como las 4 de la tarde cuando empecé correr por el camino de tierra. En los primeros metros se me cruzó una pequeña serpiente, la corral, así que cuidado con los bichos de la zona.
El camino da la sensación de arenoso, pero es una capa de arena sumamente fina, asentada en una tierra más compacta. En otras palabras: el recorrido —por lo menos inicialmente— no se hace nada pesado. Y eso que uso unas cubiertas sumamente finas, las 700x38, sin embargo —salvo contados casos— no tuve que empujar la bicicleta por kilómetros, como sí me pasaba en Jujuy por la zona de Casabindo y Rinconadillas. En la RP20 tenemos un par de arenales que nos obligad a bajar del asiento, pero no por más de unos 5 o 10 metros.
¿Hay gente, hay agua? A unos 15 kilómetros me encontré con una estancia: en la casa ubicada muy cerca del camino escuché a varios trabajadores quienes seguramente podrían concedernos algo de agua si fuera necesario. Yo aún andaba con botellas llenas.
A los 25 kilómetros encuentro otra estancia —no vi gente, pero alguien debió estar ahí dado que se encontraba un tractor sumamente nuevo parado al lado de la casa— y una escuela abandonada. Me pareció un lugar perfecto para pasar la noche y fue lo que hice: acampé en el patio de la institución.
El lugar se ve desde lejos ya que cuenta con una alta antena de telefonía que vas a ir observando desde 15 kilómetros de distancia o más.
Toda la zona esta llena de leña, así que no hay problema con las cocinadas.
A unos 20 kilómetros más llegamos a la frontera entre La Rioja y Córdoba: el camino al comienzo parece mejorar significativamente, sin embargo luego de algunos kilómetros empieza el serrucho y los arenales son más seguidos. El viaje es seguramente algo menos cómodo, pero no imposible: reitero que no me vi obligado a empujar la bicicleta por más que algunos 10 metros de vez en cuando.
A 25 kilómetros desde la frontera interprovincial está el desvío a Chancaní. Por el camino hay unas 2 estancias donde —otra vez— no vi gente, pero las propiedades están evidentemente en uso, así que cayendo a la hora precisa seguramente se podría encontrar a alguien y pedir agua.
El cruce con la carretera a Chancaní y Villa Dolores —la RP51— tiene un par de casas y hasta un kiosco. De ahí la ruta hacia Córdoba capital sigue recto. Hacia la derecha a la distancia de 10 kilómetros está el pueblo Chancaní con varias despensas grandes y hasta carnicería. (Lo malo es que no se consigue un vino decente, pero bueno, ¡no podemos pedir demasiado tampoco! Ojo que los chorizos de la despensa cerca de la plaza son una maravilla).
Algo más cerca, a unos 4 kilómetros del cruce, está la entrada al Parque Provincial Chancaní con su bosque chaqueño, sus aves, sus asadores, duchas, luz electrica y puestos para acampar gratuitamente.
Me absorbió. Me quedé 4 noches.
Volvemos al cruce y seguimos hacia Córdoba. El camino empieza a subir de a poco, una curva, otra curva, desaparece la superficie arenosa y las cubiertas de la bici tendrán que enfrentarse con las piedras. La carretera escala la montaña, pero no diría que fuera demasiado empinada: aunque llevo conmigo un peso importante, otra vez no me tendría que bajar para empujar mi vehículo.
La subida termina con 5 túneles: en el quinto empieza el asfalto, enseguida aparece un grupo de casas y hasta turistas que vienen al tal llamado Camino de los Túneles para apreciar la vista a la planicie chaqueña (el mirador está pasando el primer tunel).
Poco después y ya corriendo facilmente por asfalto llegamos a la comunidad de Las Palmas y luego — Taninga. Ahí ya empiezan caminos conocidos a los que no hace falta describir con tanto detalle.
Para mi fue una de las rutas más lindas y tranquilas en los últimos meses. Me permitió descansar del peligro y ruido de los camiones, asegurando en cambio un contacto casi íntimo con la naturaleza. ¡100% recomendable!
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Su último trayecto —el de Taninga por Tanti y Carlos Paz a Córdoba Capital— resulta algo más conocido, por lo menos para los ciclistas de la zona, sin embargo sobre el primer trayecto —la arenosa picada por el seco bosque chaqueño— no pude encontrar mucha información.
¿Será que se consigue agua, comida, hay o no comunidades, es el camino tan intransitable, como dicen algunos?
Ahora que lo recorrí, aporto aquí algunos datos prácticos para quienes deseen repetir éste camino.
Vamos a hablar de éste pequeño trayecto de 125 kilómetros, marcado en el mapa de rojo, por el que muchos te van a decir: "anda no más por Altas Cumbres" o "mejor anda no más por Cruz del Eje" |
El asfalto de la RN141 termina unos 2 kilómetros después de la rotonda ya mencionada. Ahí encontramos un par de casas donde sin problema podemos rellenar nuestras botellas de agua. Yo para éste trayecto me preparé con botellas de un contenido conjunto de 6 litros y nunca me faltó el agua.
En mi caso eran como las 4 de la tarde cuando empecé correr por el camino de tierra. En los primeros metros se me cruzó una pequeña serpiente, la corral, así que cuidado con los bichos de la zona.
El camino da la sensación de arenoso, pero es una capa de arena sumamente fina, asentada en una tierra más compacta. En otras palabras: el recorrido —por lo menos inicialmente— no se hace nada pesado. Y eso que uso unas cubiertas sumamente finas, las 700x38, sin embargo —salvo contados casos— no tuve que empujar la bicicleta por kilómetros, como sí me pasaba en Jujuy por la zona de Casabindo y Rinconadillas. En la RP20 tenemos un par de arenales que nos obligad a bajar del asiento, pero no por más de unos 5 o 10 metros.
Difunta Correa al comienzo de la ruta |
Los primeros kilómetros de la RP20 |
¿Hay gente, hay agua? A unos 15 kilómetros me encontré con una estancia: en la casa ubicada muy cerca del camino escuché a varios trabajadores quienes seguramente podrían concedernos algo de agua si fuera necesario. Yo aún andaba con botellas llenas.
A los 25 kilómetros encuentro otra estancia —no vi gente, pero alguien debió estar ahí dado que se encontraba un tractor sumamente nuevo parado al lado de la casa— y una escuela abandonada. Me pareció un lugar perfecto para pasar la noche y fue lo que hice: acampé en el patio de la institución.
El lugar se ve desde lejos ya que cuenta con una alta antena de telefonía que vas a ir observando desde 15 kilómetros de distancia o más.
Toda la zona esta llena de leña, así que no hay problema con las cocinadas.
Bandera patria a la espera |
Escuela desde atrás |
Seguimos con la escuela |
El humilde vecindario |
La ruta sigue |
A 25 kilómetros desde la frontera interprovincial está el desvío a Chancaní. Por el camino hay unas 2 estancias donde —otra vez— no vi gente, pero las propiedades están evidentemente en uso, así que cayendo a la hora precisa seguramente se podría encontrar a alguien y pedir agua.
El cruce con la carretera a Chancaní y Villa Dolores —la RP51— tiene un par de casas y hasta un kiosco. De ahí la ruta hacia Córdoba capital sigue recto. Hacia la derecha a la distancia de 10 kilómetros está el pueblo Chancaní con varias despensas grandes y hasta carnicería. (Lo malo es que no se consigue un vino decente, pero bueno, ¡no podemos pedir demasiado tampoco! Ojo que los chorizos de la despensa cerca de la plaza son una maravilla).
Algo más cerca, a unos 4 kilómetros del cruce, está la entrada al Parque Provincial Chancaní con su bosque chaqueño, sus aves, sus asadores, duchas, luz electrica y puestos para acampar gratuitamente.
Me absorbió. Me quedé 4 noches.
Frontera entre La Rioja y Córdoba |
En el Parque Provincial Chancaní |
Acampando |
Lugarcito para tomar mate en uno de los senderos del parque |
¿Ves esas montañas en el fondo? ¡Ahí vamos! |
Volvemos al cruce y seguimos hacia Córdoba. El camino empieza a subir de a poco, una curva, otra curva, desaparece la superficie arenosa y las cubiertas de la bici tendrán que enfrentarse con las piedras. La carretera escala la montaña, pero no diría que fuera demasiado empinada: aunque llevo conmigo un peso importante, otra vez no me tendría que bajar para empujar mi vehículo.
La subida termina con 5 túneles: en el quinto empieza el asfalto, enseguida aparece un grupo de casas y hasta turistas que vienen al tal llamado Camino de los Túneles para apreciar la vista a la planicie chaqueña (el mirador está pasando el primer tunel).
Poco después y ya corriendo facilmente por asfalto llegamos a la comunidad de Las Palmas y luego — Taninga. Ahí ya empiezan caminos conocidos a los que no hace falta describir con tanto detalle.
Para mi fue una de las rutas más lindas y tranquilas en los últimos meses. Me permitió descansar del peligro y ruido de los camiones, asegurando en cambio un contacto casi íntimo con la naturaleza. ¡100% recomendable!
No te olvides seguir el viaje por facebook: https://www.facebook.com/porqueelargentinoviaja/
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Camino algo pedregoso |
Las serpentinas de la subida |
La planicie chaqueña hasta el horizonte |
Túneles |
Llegando a Taninga |
Traslasierra |
te felicito me encantaria hacerlo pero mis años no lo permiten pero tratare de ir en moto
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