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martes, 29 de diciembre de 2015

Seguridad alimentaria en Venezuela y Arabia Saudita

Al Gobierno Bolivariano de Venezuela le gusta seguridad alimentaria. O más bien: le gusta hablar de ella. El gobierno de Arabia Saudita - en cambio - apunta a conseguirla en terminos reales.

Comida.
Arabia Saudita es un país gigante, pero practicamente desertico: sin rios, selvas humedas ni lagos. Gozando de miles de millones de petrodolares que llegan al bolsilla de los gobernadores en Riad, el reinado puede abastecerce en comida comprandola afuera. Pero cando en los años 70´ el Occidente amanazaba con bloquear las exportaciones de comida - una medida que iba a ser empleada frente a la alza de precios de petroleo - los saudis no empezaron la lloradera tan conocida en Venezuela: ay que el Imperio, ay que los europeos malos, ay que la oposicion traidora, ay que guerra economica. En cambio empezaron a crear sus propios fuentes de comida. Con un sistema de subsidios para la produccion interna se logró que en 1992 Arabia Saudita, un pais con las posibilidades agricolas practicamente nulas, se elevo como es sexto exportador (!) de trigo en el planeta.

Para este logro se utilizaron las fuentes de agua subterranea, que son no solamente caros para explotarlos, pero tambien tienen la misma caracteristica que el petroleo: dentro de un cierto tiempo se acabaran. Los gobernantes del reino saudí decidieron por lo tanto terminar paulatinamente con el sistema de subsidios para la produccion interna, todo para no quedarse pronto sin agua. En cambio empezaron masivas inversiones en tierras y produccion agricola en Africa, particularmente en Etiopia, tratando de imponer sus propias reglas, o sea: nada de barreras para la exportacion hacia Arabia Saudita. Cierto es destacar, que esta politica - llamada internacionalmente como acaparamiento de tierras, land grabbing - resulta muchas veces perjudicial para las comunidades locales africanas. Sin embargo presenta, que las autoridades del petroestado saudí buscan soluciones reales para la cuestion llamada seguridad alimentaria de su pais.

Fuente: Stefano Liberti, Los nuevos amos de la tierra (Ediciones Puntocero, 2014)

Mientros tanto en Venezuela...

Un país igual de grande, pero en cambio: ¡nada desertico! Las fuentes de agua abundan por todos lados, la tierra es fertil y basta que caiga al suelo una pepa de mango para tener dentro de unos años un arbol lleno de comida. No hay que ir a Etiopia, no hay que sacar agua escondida en pozos profundisimos. En este mismo país, aunque la poblacion crece rapidamente - se duplicó en tan solo 30 años! - la produccion agricola esta cayendo. Entre 1998 y 2011 las cosechas de café bajan de 1600 mil a 800 mil quintales. Es simbolico: Venezuela, que antes vivia de exportacion de cafe, ahora la esta importando. Sin embargo no es solamente cafe que viene del exterior: afuera se compra maiz, arroz, caraota negra y muchos otros productos basicos. El pais cuya mitad son regiones llaneros, propicios para la ganaderia, importa ganado en pie de Nicaragua y Brasil. ¿Y la seguridad alimentaria? Bueno, cuando faltó la leche en polvo, el presidente Nicolas Maduro, el mejor alumno del comandante eterno con doble capa de chocolate y M&M´s por encima Hugo Chavez, viajó a Bolivia para contractar la compra de 500 mil toneladas de este producto. ¡Otro logro de la revolución!

Y bueno, ya saben como esta Riad, la capital de Arabia Saudita

Riad (fuente)

y como esta Maracaibo, el Dubai de Latinoamerica

Maracaibo (fuente)

Resulta que de alguna manera a la Arabia Saudita no le tocó la llamada "guerra economica". No entiendo, ¿cómo es posible? ¿Será que lo que dice Maduro no es verdad?

sábado, 28 de noviembre de 2015

¿Para quien brillará el sol?

Ya desde hace un buen tiempo me ha parecido que esa idea de vivir para sí mismo es algo totalmente carente del sentido. Sin embargo, la gente suele repetir - y especialmente en casos de los fracasos amorosos cuando uno, quedandose en vacío por no poder servir a la mujer que tanto ama, se pregunta "y ahora, ¿qué coño hago?" - que primero es que hay que vivir para sí mismo. Que eso es el unico camino a la felicidad.

No sé. Realmente presiento que existen dos opciones: (1) es que hablamos desde puntos de vista muy distintos, o (2) tengo parientes en África.

Dios El Creador de Stanislaw Wyspianski

viernes, 6 de noviembre de 2015

El proceso

Estaba pensando: ¿como funciona el proceso en el cual "mi amor" se transforma en "una ladilla"?

Y no encontré la respuesta.






lunes, 28 de septiembre de 2015

Mi Caracas y la táctica de Benedetti

Volví a Venezuela, volví a Caracas. Entré por Paraguachon, dos días despues cerraron la frontera. La otra semana cerraron la de Arauca y ahora todas ya estan cerradas y yo estoy aquí. ¿Pero qué no hace uno por amor?

Mi Caracas

sábado, 15 de agosto de 2015

Sobre la poesía // Juan Gelman

para N.

Habría un par de cosas que decir/
que nadie la lee mucho/
que esos nadie son pocos/
que todo el mundo está con el asunto de la crisis mundial/ y

con el asunto de comer cada día/ se trata
de un asunto importante/ recuerdo
cuando murió de hambre el tío juan/
decía que ni se acordaba de comer y que no había problema/

pero el problema fue después/
no había plata para el cajón/
y cuando finalmente pasó el camión municipal a llevárselo
el tío juan parecía un pajarito/

los de la municipalidad lo miraron con desprecio o desdén/murmuraban
que siempre los están molestando/
que ellos eran hombres y enterraban hombres/y no
pajaritos como el tío juan/especialmente

porque el tío estuvo cantando pío-pío todo el viaje hasta el crematorio municipal/
y a ellos les pareció un irrespeto y estaban muy ofendidos/
y cuando le daban un palmetazo para que se callara la boca/
el pío-pío volaba por la cabina del camión y ellos sentían que les hacía pío-pío en la cabeza/el tío juan era así/le gustaba cantar/
y no veía por qué la muerte era motivo para no cantar/
entró al horno cantando pío-pío/ salieron sus cenizas y piaron un rato/
y los compañeros municipales se miraron los zapatos grises de vergüenza/pero

volviendo a la poesía/
los poetas ahora la pasan bastante mal/
nadie los lee mucho/ esos nadie son pocos/
el oficio perdió prestigio/ para un poeta es cada día más difícil

conseguir el amor de una muchacha/
ser candidato a presidente/ que algún almacenero le fíe/
que un guerrero haga hazañas para que él las cante/
que un rey le pague cada verso con tres monedas de oro/

y nadie sabe si eso ocurre porque se terminaron las muchachas/ los almaceneros/ los guerreros/ los reyes/
o simplemente los poetas/
o pasaron las dos cosas y es inútil
romperse la cabeza pensando en la cuestión/

lo lindo es saber que uno puede cantar pío-pío
en las más raras circunstancias/
tío juan después de muerto/ yo ahora
para que me quieras.

Nubes navegando por el llano

lunes, 27 de julio de 2015

Una carta de amor

A veces me pongo a pensar: se dice que uno viaja para conocer, ¿cierto? Pero para qué uno conoce? Para luego dejar lo que conoció?

Éste muchacho pensó que yo me empeñaba ahí por la cascada de fotografo. (Se equivoco y yo tengo la foto)
Pasar nueve meses en Venezuela fue irresponsable, o más bien dicho: imprudente. Cinco meses moviendose por el país, y quizas más impactante: cuatro meses asentado en Mérida. Pensé quedarme, descansar, respirar con los aires de tranquilidad, de estabilidad - aunque sea temporal - y luego simplemente arrancar de nuevo, seguir el viaje. No sé como lo llamaremos: ¿ingenuo?, ¿simplemente estupido? ¿De verdad había pensado, que eso es tan facil? ¿Que uno se queda y luego - como si nada - se va? ¿Como si fuesen 5 minutos del recreo escolar?

Pues sí, no entiendo por qué no se me había ocurrido, que me iba a apegar, acostumbrar, sumergir, enlazar. Y de hecho, eso es lo que pasó. Y es más: como había viajado ya mucho tiempo, en el momento de parada allá en Venezuela, ahí en Mérida, estaba muchisimo más vulnerable, susceptible al apego, guiado por hambre del contacto humano, de cosas normales y diarias para todo el mundo, pero ya olvidadas por uno pasando días sólo en bicicleta. El sabor de café cuando se la bebe junto con alguien, la textura de la piel humana, el placer de ver alguien no solo una vez ahí por la carretera, sino una y otra vez mañana, pasado mañada, en la semana que viene... En la semana, que venía, porque ya estas semanas no vienen.

Otilio Galindes - Pueblos Tristes

martes, 14 de abril de 2015

¡Carajo, me dió una arrechera que no joda!

El lenguaje venezolano es algo que sale de uno especialmente en los momentos de emociones, sean positivos o negativos, pero fuertes. Y especialmente cuando el asunto está asociado con el estado venezolano: en éste caso ya uno deja el castellano por completo.
YO SOY MÁS VIVO

miércoles, 25 de febrero de 2015

¡Gringo! y otras maneras para presentarse como un ignorante

La gente en Latinoamerica por lo general es muy amable. Especialmente en Venezuela, las vendedoras en las tiendas y panaderia siempre te dirán ¨mi amor¨, ¨mi principe¨ y otras palabras que cambian el simple hecho de compra de pan con guayaba a un momento de placer.

Pero tambien a menudo a alguien le da la gana gritarte, por ejemplo, ¨¡gringo!¨, y de vez en cuando ¨gringo de mierda¨, ¨muere, gringo¨, ¨gringo, ve te a la mierda¨ y otras expresiónes, cuales las panaderas no usan nunca.

Pensemos: ¿tienen razón diciendolo?

Venezuela: xenofobia institucionalizada
Preguntemonos: ¿es cierto, que todos gringos, o sea: estadounidenses son blancos? Bueno, Barack Obama no mucho, así que vamos a otra pregunta.
¿Es cierto, que todos los blancos, o al menos: la mayoria de los blancos del mundo vive en Estados Unidos?