Tenías toda la razón. Los olores
saben revivir los recuerdos. Y es más: saben hacerlo de manera
quizá más fuerte que las imágenes, los sonidos o hasta la música.
No, más que música más bien no. Pero igual: tenías razón.
(Es lo cómodo de tener un blog en
español, cuando por ejemplo una persona cómo K., o sea la que tenía
razón, no hable ese idioma.)
Hay algo en el aire de Chiquitanía –
el lejano oriente boliviano – que me hace acordar de estado
Sucre, el lejano oriente venezolano. No sé con exactitud que es eso:
alguna yerba, fragancia de un árbol, olores del pasto o simplemente
la húmedad calentada hasta temperaturas exorbitantes, que parece
hacer sudar no solamente a los seres humanos, sino tambien a las
plantas, los automóviles y al asfalto.
Santa Ana |